jueves, 22 de diciembre de 2016

84

VERSIONES DE LO QUE ESTÁ OCURRIENDO

En una de las versiones de lo que está ocurriendo el detective pasa 15 días con sus noches sin salir de la pieza del hotel París. Dialogando con una araña y una mosca. A ver quién se come a quién esta vez. Acostándose con la petisita tuerta que va a regar una plantita raquítica pegada a la ventana. El detective pasa todos esos días mirando las fotos del lugar: esas con casitas bajas y gallineros. Con perros mutilados escarbando en la basura. Con duendas que se ahogan en un desagüe más allá de los pastizales y poco más acá de la ruta que pierde el tiempo hacía el oeste. Como si fueran satélites que le bajan información. Como si leyera la historia en la sopita de letras que se enfría.

Pero en otra de las versiones de lo que está ocurriendo el detective sale, el detective es un depredador nostálgico que averigua direcciones, patea puertas, extorsiona enfermeras y con el arma adecuada espera el momento adecuado en un pasillo de hospital, a metros de donde el perro del diablo convaleciente se recupera de un balazo. 

sábado, 17 de diciembre de 2016

83

AHORA O NUNCA

El detective se despierta súbitamente como si lo hubieran tocado con un dedo filoso. La araña, negrita y culona, una novia de la juventud, camina hipnótica por la pared hasta llegar a la ventana. Ahí se queda. El detective se levanta, corre la cortina y en la vereda de enfrente la ve: una vieja intensa, desnuda o vestida con trapos, una vieja desnuda y harapienta. La vieja lo mira. Ojos de pescado frío. La vieja levanta un dedo para señalarlo y el dedo se alarga en la noche en una mala película de horror. Entonces el detective se despierta súbitamente como si lo hubieran tocado con un dedo filoso. En la pieza todo es oscuridad. Prende el velador y pasea la vista. Nada. Pero siente que algo. Una presencia, una invisibilidad, aire convertido. Pero nada. Solamente una mosca. Una mosca que parece dibujada. Un carboncito levitando. Una mosca que le habla. Es ahora o nunca. Muerto este perro se acabó esta rabia. El detective le contesta mudo que ese perro ya murió en el pasado. La mosca se ríe a la manera de las moscas. El detective se despierta súbitamente como…

Amanece en González Satán. Igual que en cualquier lado. Las cosas van adquiriendo color. Los seres diurnos se van desperezando y los nocturnos se esconden en las fisuras del día.