viernes, 26 de febrero de 2016

45

EL TALÓN DEL BIZCO

Lo primero que le preguntamos fue para qué corno se había comprado un talón si él ya tenía los dos suyos. Contestó que quería ese talón. El de Aquiles.
Entonces argumentamos que adquirir el talón del héroe griego es adquirir un punto débil. Y encima ajeno, porque el talón de Aquiles es el punto débil de Aquiles y no de El Bizco. El Bizco, en tal caso, tendría que buscar su propia flaqueza personal ya sea empeine,  hombro o rodilla. O bien: insomnio, paranoia o mala fortuna. Se lo quedó pensando un poco y al fin dijo que él quería la flaqueza personal de Aquiles. Le dijimos que en honor a la verdad ese talón podría ser de un pescador o de un albañil, después de todo los gitanos son unos estafadores. A El Bizco eso no le importaba. Para él era el talón de Aquiles porque había pagado por el talón de Aquiles.
¿Y dónde lo vas a poner? 
En la mesita de luz. Así lo veo apenas me despierto. Un talón simbolizando un punto débil. Es el primer paso para entender que los seres humanos entonces somos puro talón.

Era una linda nochecita de otoño en González Satán y los camiones pasaban llevando y trayendo cosas. Las montañas de basura, al fondo, humeaban más de lo habitual y El Bizco tenía una teoría. Y tres talones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario