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ORATE
Analizan el cadáver del toro asesinado en las montañas de
basura. El toro tiene ciertos rasgos humanos y pareció sonreír cuando lo
acribillaron los policías de la única comisaría de González Satán. El detective
toma notas. El toro sonriente tiene células humanas en su tejido exterior y un
ADN que no corresponde en absoluto con el de los bovinos. Los científicos de
González Satán sugieren prenderlo fuego y tirar las cenizas en un tacho de
basura en nombre de la ciencia. El brujo Raúl está de acuerdo a condición de quedarse con el pene y los testículos por una razón que no
revela. De la ciudad capital llega un obispo sentenciando que dicho toro no
había existido jamás. El obispo y el brujo Raúl debaten en la soledad de una
pieza durante toda la noche. Al amanecer el brujo se lleva una bolsa llena de
algo de un toro inexistente. El obispo regresa por donde había venido. El
paganismo y el cristianismo en paz. El detective sigue investigando. En la otra
punta del ovillo la embajada de Ucrania denuncia la desaparición de un marinero
desembarcado en el puerto de González Satán meses atrás. El detective recorre
el puerto. Hace preguntas. Le contestan sobre un loro degollado y una prostituta
de 15 años llamada Carla. Ata cabos. Se entrevista con el padre de la puta, un
negro que lo recibe desnudo. Esa noche sueña con una vieja embarrada con dientes de
pescado. La vieja le dice palabras amorosas y al mismo tiempo amenazantes.
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