miércoles, 24 de agosto de 2016

78

VIVIR EN UN CAMIÓN


La señorita Chevrolet y Mariano recorren el país. La cabina del camión es su hogar. Son felices durante un tiempo. La intensidad sexual decrece y por momentos parecen amigos o, peor aún, hermanos. Deciden dejar de viajar y pasan un invierno entero perdidos en un pueblito perdido del sur. Si hubiera dependido de ella se quedaban ahí para siempre. Pero Mariano es un nómade y necesita subirse al camión otra vez. Hace unas llamadas y consigue trabajo rápidamente. Transportar cosas de un lado a otro es la excusa para no quedarse quieto. Discuten. La vida es esto o la vida es esto otro. La señorita Chevrolet evita cualquier definición. Solamente resalta que su casa estará para siempre al lado de Mariano. Se besan. Hacen el amor por última vez en ese pueblito sureño. Mariano le dice al oído palabras inentendibles que la excitan muchísimo. Esa noche la señorita soñará con animales y pirámides. Será uno de los pocos sueños que recordará toda la vida. Ya en la ruta y con el sol del desierto de frente cambian de asiento y es ella la que maneja. Algo que hacen a menudo. Mariano le manosea las tetas blandas y le mete la mano debajo de la pollera. La señorita cierra los ojos e imagina la ruta para poder manejar sin correr peligro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario